jueves, 4 de octubre de 2012

A fuego lento: Guiso a la Cristina



Caceroleros vs Gobierno: una pelea entre los que quiren y viven a costas de los explotados y humildes.


 

Por Ezequiel Alvarez 

Una señora entrada en años, gesticula y deja entrever la habilidad del cirujano plástico. Otra se pasea con un cartel pidiendo “libertad”. Un joven de unos treinta años muestra una pancarta “brillante y esclarecedora” que afirma que “esto no es Cuba”. Miles y miles  de estos personajes particulares sazonaron un variopinto show en las calles porteñas, al ritmo de unas cacerolas vaciadas para la ocasión. La política argentina –siguiendo un rumbo lógico y predecible-  se está adentrando en un capítulo que no tendrá vuelta atrás: la ruptura con vastos sectores de las clases media y media alta que fueron beneficiados por la seguidilla de milagros bíblicos de la era K.  Y eso sucede en el marco de la disputa de fondo,  y que realmente preocupa seriamente,  al gobierno bonapartista de Cristina que es su sucesión o re-reelección de cara a los próximos comicios presidenciales, mientras el país se hunde en una pantanosa e irreversible crisis.

¿TODAS LAS CACEROLAS SON IGUALES?

"La Argentina no tiene, como en el resto del mundo, un partido de derecha fuerte que canalice ciertos reclamos, entonces antes se recurría a los cuarteles y hoy a los grandes medios de comunicación",   afirmó el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. Algo de razón tiene esa frase. Es innegable que la marcha de los “indignados de Santa Fe y Las Heras”- que se replicó en las principales ciudades del país- fue fogoneada por sectores vinculados tanto a la derecha tradicional como al peronismo federal. También fue evidente la feroz cobertura que le destinó el grupo Clarín. Todos ellos son sectores que intentan acaparar capital político dentro de la descomposición de la franja social en conflicto. Cada uno intenta sacar tajada de la situación. La oposición de turno, ve una ventana de disputa para las próximas elecciones legislativas. Noble-Magneto y compañía, intentan dar un golpe y acaparar poder contra el gobierno antes del 7 de diciembre, día en el que vence la cautelar por la Ley de Medios. Todo eso es cierto,  pero reducir el análisis de este fenómeno a que los únicos instigadores maquiavélicos son estos sectores, sería digno de una persona con el “coeficiente Barone” y nos catapultaría directamente al panel de 6-7-8. La lectura de la protesta tiene que ser fina -no en sintonía- y contextualizada con el mundo que vivimos y no con el que relatan por cadena nacional o mediante el carisma de Nelson Castro. Lo que está detrás de los reclamos es un factor mucho más visceral y presto a estallar: es la descomposición del aparato económico capitalista que está produciendo la irrupción de la crisis internacional y la conflictividad tanto en las calles como en las esferas de poder.

La marcha se había convocado varios días antes vía Facebook y mails. Ya todos –opositores, oficialistas, medios de comunicación, etc.- sabían lo que iba a suceder, pero ninguno imaginó la repercusión y la magnitud que finalmente terminaron expresándose en miles de personas enardecidas contra un gobierno que antes era un socio silencioso y ahora les resulta más molesto que  sus empleadas domésticas pidiendo aumentos de sueldos. ¿Cuándo fue la última vez que la clase media y media alta salieron a las calles a protestar? Muchos se apresuran interesadamente a comparar estas manifestaciones con las ocurridas en el 2001. Esa comparación está lejos de ser cierta. Lo que si ya es una realidad, es la inestabilidad que va a ir tomando fuerza al calor de la crisis. ¿Qué tienen que ver el “que se vayan todos” con el “que se vayan los K”? El 19 y 20 de diciembre de 2001, los sectores medios salieron a enfrentar el Estado de Sitio del gobierno de De La Rua, en un contexto donde la crisis hundía a los más pobres e incautaba los ahorros de todos los argentinos bancarizados, incluyendo a millones de trabajadores obligados a cobrar sus sueldos en cajeros. Esas movilizaciones denunciaban a toda la clase dirigente y a sus instituciones como cómplices y artífices de la debacle social. Incluso, durante ese periodo de movilizaciones, no fueron pocas en las cuales la consigna era “piquete y cacerola, la lucha es una sola”. Está claro que amplios sectores de la clase media comenzaron a transitar un proceso de ruptura con el gobierno de Cristina Fernández, pero las consignas no son contra la clase dirigente en su totalidad y menos contra el capitalismo. En esta oportunidad el malestar creciente se expresó en los reclamos por seguridad, a favor de la liberación del dólar y contra la presión impositiva. Son, al final de cuentas, efectos de la reducción del margen de acción que estallan “para preservar lo conquistado”, según afirmó el Viceministro de Economía Axel Kicillof. El cinturón de la economía argentina no solo aprieta a las clases más humildes con despidos y una inflación anual del 20 por ciento, sino que ahora está empezando a tocar intereses de la clase media. Y eso, para los sectores acomodados, es peor que una traición. Párrafo aparte merece el rechazo a la reforma constitucional, que fue uno de los pocos gritos que se hizo unísono en la marcha. Sin la re-re no hay Cristina, y sin Cristina ¿Hay proyecto “nacional y popular”? En estos últimos meses, diferentes patas políticas y referentes del gobierno nacional han intentando instaurar  un debate sobre la reforma de la Constitución para lograr su cometido. Como buen gobierno personalista, no existe dentro del cristinismo un candidato potable capaz de ser presidenciable, salvo ella misma. El que era el delfín, Amado Boudou, pasó a ser más impresentable que una vieja del agua luego del escándalo Ciccone. Con esta cruzada, hasta el momento, lo único que lograron es el repudio de amplios sectores de la sociedad y poner en las manos de la oposición burguesa una herramienta de construcción impensada. A una oposición perdida, fragmentada -y que ha sido incapaz de liderar o contener cualquiera de los reclamos de la movilización- el propio gobierno le dio un elemento unificador y donde pueden hacer ancla. Es incuestionable que un gran porcentaje de los manifestantes se siente representados en Macri, De Narváez, Binner, y hasta en Scioli, pero muchos de estos referentes burgueses no cuentan por si solos con la capacidad de capitalizar rotundamente este nuevo suceso social. La campaña contra la “dictadura k” y su perpetración en el poder será la punta de lanza frente a las próximas campañas legislativas. Jugarán aún más fuerte de lo que lo vienen haciendo. Y a modo de ejemplo de la “militancia”, el Frente Amplio Progresista ya se propuso juntar un millón de firmas en contra de la re-reelección y puso un stand en Florida y Diagonal Norte... Salvando estas payasadas, hay una realidad que no debe ser menospreciada: muchos sectores verdaderamente populares ven con simpatía cualquier protesta contra el régimen y no cuentan con ningún tipo de alternativa o referencia por izquierda. Como sucedió con el “fenómeno Blumberg”, estas movilizaciones pueden ser  capitalizadas por la derecha si el pueblo trabajador no asume su papel  en la lucha contra el ajuste.

UNIDOS Y ORGANIZADOS...

Pese a que varios funcionarios del gobierno nacional se han mostrado despreocupados sobre la manifestación del jueves 13, en el fondo la realidad es otra. A la marcha no fueron la izquierda –salvo Izquierda Socialista- ni los piqueteros, ni sindicatos,   ni organizaciones sociales que siempre están dispuestos a tomar la calle y hacer oír sus reclamos. Fue una clase que históricamente está regida por el individualismo y un profundo desprecio hacia el accionar militante –cortar una calle, manifestarse, etc-. Salvo, claro está, que todo prejuicio se deja de lado  cuando sus intereses están en juego. Que este sector haya salido y copado la Plaza de Mayo es una señal de alerta que ha empezado a generar grietas dentro del poder hegemónico del gobierno nacional. La lucha ya no es mediante el televisor, la radio o los diarios. Se salta a otro plano donde poner el cuerpo es fundamental. La derecha lo sabe, y es algo que aprendió gracias al fastuoso campo de aprendizaje al cual el kirchnerismo ha lanzado la disputa: el gobierno ya ha pagado un alto costo político cuando la Sociedad Rural y los sectores agrarios juntaron más de 250 mil personas en un acto contra la 125. Instalado en conflicto con el campo, el gobierno kirchnerista sufrió un duro revés en manos de Francisco De Narvaez. Hoy, a un año de las próximas elecciones legislativas el clima parece estar repitiéndose,  con el agravante de que en los próximos comicios se define la suerte del kirchnerismo: si no logran una mayoría en las dos cámaras, adiós a la reforma constitucional. 

Este desmoronamiento – para muchos “incipiente”, pero profundizándose  vertiginosamente en los últimos tiempos – de los sectores sociales que apoyaron la gestión kirchnerista o la toleraron, es un hecho que está a la vista de todos. Meses atrás, la ruptura con la CGT moyanista fue el indicador de que parte del movimiento obrero comenzaba a apartarse del gobierno Nac & Pop. Los constantes enfrentamientos con Peralta, Scioli y De La Sota están marcando un alejamiento de las filas del peronismo histórico, aunque hoy en día continúen formalmente dentro del gobierno oficialista. Mientras la caja fiscal del Estado estaba rebosante de divisas, todos eran amigos. Ahora las ratas se pelean entre sí para ver quién sale primero a la cubierta de un barco que se hunde en medio de la decadencia de la crisis mundial capitalista. El gobierno no parece estar dispuesto a ceder su principal objetivo político, que es la reforma constitucional. El problema es que carece de margen económico para seguir comprando sindicalistas, “chetos” y gobernantes. La saqueada cajita feliz de la   ANSES, es pan para hoy y hambre para mañana. Es insuficiente para reactivar la economía y generar un clima de optimismo capaz de calmar las aguas de cara a las elecciones legislativas. Mientras ésta revista está en las rotativas, la presidenta se encuentra en una reunión de negocios con el CEO de la petrolera Exxon Mobile Corp, una de las  principales compañías junto con Chevron y la china Sinopec, que con sus miles de millones de dólares van a “profundizar la soberanía” de la flamante nacionalizada YPF.  Este nuevo saqueo de los recursos naturales – el yacimiento de Vaca Muerta- es una de las grandes apuestas del gobierno de Cristina Fernández para inyectar dinero en una economía estancada por segundo trimestre consecutivo. Pero, como van las cosas, más que apuesta es una quimera.

La respuesta oficial a tanta desventura es poco clara. Frente a las manifestaciones – ya se prevé una próxima para el 8 de noviembre- el gobierno tiene tres opciones de acción: minimizar los reclamos, conceder frente a ellos o confrontar abiertamente con estos sectores en todos los espacios posibles. Por el momento, la primera fue  la señalada a seguir desde la mesa chica de Olivos. Bastaba con prender la tele o la radio los días posteriores al 13S –como lo denominan los “caceroleros”- para ver una horda de funcionarios públicos nacionales poniendo paños fríos y resaltando el hecho de que se respetó a los manifestantes. "Tienen todo el derecho del mundo a expresarse de la manera que les parezca y elegir el temario que les parezca. No me merece ningún otro análisis" se despachó muy suelto el actual senador K Aníbal Fernández, aunque aclaró no saber "cuáles son los planteos que están haciendo". Conceder ante alguno de los reclamos sería una tremenda derrota que dejaría al régimen mucho más débil de lo que se encuentra. Implicaría entregar alguna cabeza, llámese Etchegaray o Moreno o  de alguno de los ladrones que roban para la corona. En cambio, el oficialismo baraja la posibilidad de realizar una contra-marcha el 27 de octubre próximo, cuando se cumpliría el segundo aniversario de la muerte de Néstor Kirchner. La mayoría de la camarilla K es consciente de que esa medida elevaría los niveles de confrontación, concatenando reacciones mucho más virulentas. Para eso es necesario tener agrupada a la tropa propia y la comprada. Y todo cierra. Aquellos tibios progresistas y nacionalistas de izquierda hoy han hecho suya la agenda cristinista y hasta llaman por lo bajo a defender las instituciones frente a un “posible golpe”.

LA ¿ULTIMA? CENA.

La inestabilidad y el enfrentamiento político serán la característica central de la vida pública y social del país durante los próximos meses. La burguesía nacional   fragmentada ha comenzado un período de disputa por la salida política en el marco de la crisis económica. Ninguna de estas fracciones tiene intereses comunes con el  pueblo trabajador y hambreado. Cuando el humilde se organiza y embiste por lo que le pertenece,  la burguesía -en todas sus fracciones- activa sus métodos de control: adormecerlo mediante concesiones o reprimirlo con mano dura. El aparataje estatal sé esta aceitando para controlar cualquier tipo de desorden social. La persecución contra activistas y delegados gremiales independientes, el espionaje del Proyecto X, la represión a los pueblos originarios como los Qom, el “gatillo fácil” - que escapa a todas las jurisdicciones- y la constante criminalización de las protestas de los pobres son realidades que solo no ven los ojos de los necios y aduladores del régimen. Es necesario que la clase trabajadora, los sectores estudiantiles, los humildes y los más postergados irrumpan en este escenario. Resulta fundamental una carga social más plebeya y menos “progre” para que los tonos de los reclamos indefectiblemente no se vuelvan más reaccionarios y conservadores, haciéndole el caldo gordo a los sectores concentrados de la sociedad. El mundo entero está viendo como el capitalismo esta quitándose la piel de cordero y muestra  dientes y garras. Es un régimen de explotación que no tiene otra salida que morir o morir matando. Por suerte, en Argentina, cada vez son más los sectores populares que nuevamente comienza a descreer de la clase política, el parlamentarismo y el legalismo y toman conciencia que el poder yace en ellos mismos. También se han dado cuenta que la “profundización del modelo” se transformó en reventar espaldas de los trabajadores y que no hay  Estado de bienestar que dure eternamente.

El camino que tiene por delante el gobierno parece estar deparándole escenarios de confrontación similares y peores a los vividos hasta el momento. La oposición burguesa - aquella que se ha quedado fuera de las cajas públicas y de los grandes negociados- y los sectores populares - los cuales son moneda de cambio en este arbitraje capitalista- van a ser víctimas de enfrentamientos de baja o alta intensidad, según la coyuntura lo amerite. Siempre habrá un Berni para reprimir los cortes y piquetes de los pobres, mientras las manifestaciones de clase media - media alta son amparadas, hasta el momento, bajo el paraguas de los derechos constitucionales. No es descabellado caracterizar a la camarilla burguesa enquistada en el gobierno nacional como una banda en retirada y rumbo al reciclaje. Sólo que no lo harán de buena voluntad ni con educados modales. Ellos también defenderán lo que consideran propio -el manejo discrecional del aparato estatal y sus recursos-  con uñas y dientes. Al fin de cuentas, los que están invitados a la bacanal estatal o la miran deseosos desde la ventana, solo aspiran enriquecerse siendo la homeostasis de un sistema decrépito, tan decrépito y desgastado como la moral de sus militantes, escribas y sirvientes.


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EL MOTIN PRETORIANO 
por R.B

El ajuste de gastos sociales y salarios públicos en que está empeñado el gobierno de CFK acaba de provocar un previsible estallido de reclamos y bronca. Era de esperar que, en una economía golpeada por la falta de empleo, los magros salarios y el acoso de la inflación contra los pobres, los recortes salariales iban a generar duros conflictos sociales. Pero lo que no era imaginable es que la vanguardia del reclamo estuviese a cargo de la Guardia Pretoriana del régimen.  Gendarmes y Prefectos, más de sesenta mil privilegiados guardianes del orden social, con salarios que cuadriplican los que cobra un honesto trabajador argentino, se auto acuartelaron y tomaron los Comandos de sus fuerzas cuando descubrieron que el ajuste iba, también para ellos y que sus sueldos se reducían a poco menos que la mitad de lo percibido en septiembre. Justo ellos, protegidos y mimados por el kirchnerismo, fuerzas de ocupación en nuestras villas y barriadas pobres, matones incondicionales del régimen, golpeadores de luchadores y sindicalistas, espías por cuenta y orden,   serían los que darían el primer golpe sobre la mesa del ajuste económico.  Las cifras en juego ascienden a muchos millones de pesos, demasiados. Es que todos los miembros de las fuerzas de seguridad nacionales cobran la mayor parte de su sueldo en negro. Mientras su salario en blanco no supera los dos mil pesos, los adicionales con los que el gobierno los premió durante años, representan sumas que harían empalidecer de vergüenza a cualquier demócrata.

Así, el motín de los Pretorianos ha puesto al descubierto una vasta trama de privilegios para los represores que llegan a percibir hasta diez veces su sueldo en concepto de "premios" varios. O sea, el "gobierno de los Derechos Humanos", destinaba miles de millones de pesos para recompensar la eficiencia represiva y el salvajismo  de éstos enemigos del pueblo. Claro, ahora, ante la caída de los ingresos públicos y el apriete de cinturones, no se le ocurrió mejor idea que  quitarles esos favores ilegales y vergonzosos a los mismos verdugos que ellos alimentaron. Y recibieron la peor respuesta: los verdugos privilegiados e impunes  muerden la mano que les dio, precisamente impunidad y prebendas... Y no se andan con chiquitas: cortan calles, hacen ostentación de armas, ocupan edificios, amenazan a funcionarios y emplazan al gobierno con verdaderos ultimatums. Un verdadero desastre para la pretendida autoridad del gobierno y para sus planes represivos.  Pero, esta vez,  el patetismo y la improvisación de la camarilla de arribistas burgueses que nos gobierna ha generado un hecho político que, incluso, pone en riesgo las libertades democráticas que tanto esfuerzo y sangre le costaron a nuestro pueblo. Es que el saldo más importante de este motín -más allá del acuerdo económico al que lleguen- es la instalación de una fuerza cuasi militar como fortalecido bando político, claramente enfrentado no sólo al gobierno miserable sino, en primer lugar, al propio pueblo trabajador.  La única solución democrática y de raíz de éste conflicto es, precisamente, la que el gobierno no va a adoptar: movilizar al pueblo y disolver la Guardia Pretoriana.  En consecuencia, en vísperas de tiempos más conflictivos todavía, la camarilla gobernante se asume como rehén de sus propios guardianes.

martes, 21 de agosto de 2012

La masacre de Trelew: “La mejor manera de rendirles homenaje es seguir la revolución”

 "No hay nadie que tenga el derecho de apropiarse de la memoria de un compañero"

Por Ezequiel Alvarez

¿Es posible trasladarse más de 1.300 kilómetros y viajar 40 años al pasado en una hora? Un grabador y un colectivo son los instrumentos que van a permitirnos realizar lo imposible. A medida que el 143 se acerca a la zona de Flores, la mítica foto de una hilera de jóvenes, entregados pero sin quebrarse, en el aeropuerto de Trelew va tomando color, como nunca antes tuvo.  El punto de encuentro: la casa de Vicente. El destino: la masacre de Trelew.

El reloj marcaba las 3.30 de la madrugada del 22 de agosto de 1972. Uno a uno fueron sorpresivamente despertados. Los formaron en una hilera contra la pared y les obligaron mirar el piso. Las ráfagas cobardes de ametralladoras retumbaron, desgarrando su carne, pero haciéndolos inmortales. Esa madrugada, se comenzó a escribir una de las grandes infamias de la historia argentina. El lugar elegido por el destino para teñirlo de sangre y impunidad fue la Base Naval Almirante Zar, donde 16 compañeros militantes de las organizaciones FAR, PRT-ERP y Montoneros fueron fusilados bajo las órdenes del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa y del teniente Roberto Bravo. La génesis había comenzado una semana antes, cuando se produjo un masivo intento de fuga de la cárcel de Trelew. Solamente un grupo de seis militantes – Roberto Santucho, Marcos Osatinsky, Fernando Vaca Narvaja, Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna- lograron escapar al Chile de Allende en un avión, y 19 fueron apresados y trasladados a la base naval. Solo tres sobrevivieron. Fueron tiempos de la dictadura de Lanusse, y fue el año que Perón abrazó a Balbín.

La voz de un sobreviviente

 Desde el living de su casa Vicente habla pausado, pero seguro de sentir -en lo más profundo de su alma- cada palabra y sensación que le aflora cuando escucha la palabra Trelew. Firmeza dada por tener bien en claro su rol en ese entonces y ahora. Junto a otros abogados comprometidos como Rodolfo Ortega Peña, Mario Hernández, Carlos González Gartland, y Roberto Sinigaglia –entre otros-, conformó el grupo que tenían en sus espaldas la tarea militante de defender a los presos políticos. “Éramos un grupo muy pequeño que luego terminamos siendo muy amigos. Nadie cobraba un solo peso por defender a nuestros compañeros detenidos. Lamentablemente de ese grupo, el único que quedó vivo soy yo. Soy un sobreviviente, y no es un chiste  porque lo que hacíamos nos marcó para el resto de nuestras vidas. A Ortega Peña lo mataron a balazos y muchos de los otros compañeros abogados están desaparecidos, salvo Eduardo Duhalde que falleció el año pasado. Si no me hubiera exiliado, mi destino hubiese sido ser uno más en la lista de las víctimas de la dictadura”, recapacitó Zito Lema.

Como sucede hoy con los detenidos vascos en España, la política represiva de Lanusse contra los presos políticos era feroz: la idea era desarraigarlos y que no tengan ningún tipo de nexo con el exterior, sus familias y sus compañeros. Para ellos, miles de militantes fueron trasladados a cientos de kilómetros de distancia de sus lugares de origen. La mayoría de los detenidos de Buenos Aires, del centro del país y de la Mesopotamia fueron llevados hacia el sur. El Penal de Rawson fue el “depósito” elegido para los que eran considerados más “peligrosos”. Vicente recordó que “ya a principios de siglo XX el destino de los anarquistas capturados era la cárcel de Ushuaia. Sin dudas un lugar extremo de castigo. En 1972 ya no existía esa mítica cárcel de los confines del mundo, la más alejada e inhóspita del país era la de Rawson. He ido muchas veces a visitar a mis amigos y defendidos. Puedo dar fe de que era una cárcel fría y hostil. Está en el medio de desierto patagónico  y las condiciones de vida eran inhumanas. Los presos siempre estaban enfermos. Querían quebrarlos y destruir su moral”.

Durante varios años Zito Lema visitó la cárcel. Quedarse en la zona por más de dos días era algo realmente peligroso, porque estaban aislados de Buenos Aires. Siempre iban en parejas de dos abogados. Esa era la primera medida de protección que tomaban. “Bajábamos en el aeropuerto de Trelew, y de ahí nos trasladábamos a Rawson. Generalmente nos hospedábamos en el hotel Turín. De ahí, alquilábamos un taxi o un remís y  emprendíamos el viaje hacia la cárcel. Íbamos sólitos y cada vez que volvíamos había que prender una vela. Intentábamos buscar una forma distinta de viajar o de transitar la zona, pero ahora que han pasado los años me doy cuenta que eran formas muy pobres de protección, porque si nos querían matar lo podrían haber hecho. Si no sucedió, fue simplemente porque el gobierno de Lanusse tenía que mantener una imagen de respeto por los derechos humanos para el resto del mundo. Matarnos iba a ser una mancha quizás insalvable y preferían tolerar nuestro accionar”, relató Vicente.

Gracias a las colectas, el apoyo de los militantes y de algunos sindicatos, la presencia, defensa y acompañamiento de los compañeros detenidos fue importante. Cada uno de los abogados tenía una lista gigantesca con todos los nombres de los detenidos y durante dos o tres días los visitaban. “Mi relación con los compañeros caídos en Trelew y con los presos fue directa. Muchos de ellos fueron y son mis amigos. Generé un vínculo de amistad con Pedro Bonnet, Roberto Santucho, Enrique Gorriaran Merlo,  Fernando Vaca Narvaja, María Angélica Sabelli, Pujada, Ana María Villarroel de Santucho, Agustín Tosco, entre otros. Nosotros cumplíamos una doble función, éramos sus defensores y también los que les permitíamos no estar  tan aislados. A veces, aparte de preparar su defensa,  fuimos confidentes, y de muchos el nexo con el más allá de los muros”, destacó Zito Lema.

Meses antes de la masacre de Trelew a modo de protesta por el recrudecimiento de la vida de los presos políticos en los penales, este pequeño grupo de abogados inició una huelga de hambre. El lugar elegido para la medida fue la iglesia Cristo Obrero del barrio de porteño de Lugano. “Siempre hay algo que decir sobre el destino. Mi abuela tenía como vecina a una paisana de su pueblo natal. Eran muy amigas y uno de sus hijos había entrado en la Policía. Un día, mi abuela me comenta que su amiga tenía problemas con el alquiler de su casa y los querían desalojar. Recién recibido de abogado, pude arreglar su inconveniente y obviamente no les cobre nada. Pasan los años y de golpe el destino hizo de las suyas. Un día –mientras hacíamos la huelga de hambre- entra un policía y me dice que debíamos salir inmediatamente de ahí porque iba a pasar algo. Ese oficial era el hijo de la vecina de mi abuela. El tipo insistía con que teníamos que irnos inmediatamente por nuestra seguridad. Completamente extrañado, le digo que no nos íbamos a ir porque estábamos haciendo una protesta. Se va, pero a los cinco minutos vuelve desesperado y nos pide a los gritos que nos fuéramos. Se lo comente a mis compañeros, que también se mostraron descreídos. Pero, a veces una corazonada es más fuerte que todo y los convencí para salir de la parroquia. No terminamos de salir, que explotó una bomba. Se desplomó el edifico entero. Salvamos nuestras vidas y tuvimos un éxito, porque a la Iglesia como institución no le gusto mucho que atentaran contra su propiedad. La noticia llegó hasta los principales diarios del país. ¡Que mataran a los revolucionarios estaba bien, pero ojo con tirar abajo un santo edificio!. Este escándalo terminó con el compromiso de que iban a cambiar el sistema y las condiciones de vida de los presos. Fue un triunfo popular que se expresó en un acto donde concurrieron unas 40 mil personas”, rememoró Vicente. Triunfo que fue una de los últimos destellos antes de la oscuridad.

La fuga: un triunfo inesperado

El teléfono sonó. Vicente atendió, del otro lado estaba Mario Hernández. “Vicente, el escrito que presentamos hace 48 horas por la defensa de Vaca Narvaja ya no va a hacer falta,  ¡Se acaba de fugar!”. Ya todo el país conocía la noticia. “Nosotros no sabíamos nada de los preparativos de la fuga -afirmó Zito Lema- ya que nos podían capturar y torturar para sacarnos información. Era un riesgo que el plan saliera de las paredes del penal. Solamente lo supieron aquellos que estaban en el núcleo de la operación. Fue un escándalo hermoso y terrible para la dictadura, la fuga ya era un hecho y su significado era esperanzador. Igual, nos reíamos y bromeábamos, ya que nos habíamos quedado sin clientes porque varios de nuestros compañeros defendidos estaban sanos y salvos en Chile. Fue una alegría, porque cuando cualquier preso se escapa de una cárcel - especialmente si es un preso político-  uno siente que gana parte de la lucha contra el poder. Cobra una transcendencia heroica y un estímulo para los que tienen recelo en la lucha. Los llama a comprometerse más, y demuestra que se le puede ganar hasta a una dictadura. Fue una gigantesca fiesta, fue uno de los días más felices de mi vida. Me encontré con los otros abogados y lo festejamos a lo grande. Creo que habremos tomado como si fuera una fiesta de fin de año”.

De algún modo, la fuga también fracasó, ya que no se pudieron conseguir todos los medios de transporte para que todos los presos llegaran al aeropuerto, y así embarcarse en el avión que había sido tomado por un grupo de militantes. Hubo un problema de organización, donde “el azar se mezcló con los errores humanos”. De todos los compañeros que iban a fugarse, solo seis lo lograron. Otros 19 –trasladados a la base naval- llegaron tarde al aeropuerto. El avión ya había partido. Luego de una negociación donde les prometieron respetar sus vidas, se entregaron. “El panorama era contradictorio. Había felicidad por esos seis que lograron escaparse, pero también había una tristeza por el resto. En el ámbito público, esto no lo expresábamos porque teníamos que resaltar lo positivo. La dictadura hizo hincapié en el fracaso de la operación, pero nosotros sosteníamos que los principales jefes de la revolución se habían ido. Queríamos demostrar que -más allá de las diferencias en fuerza y cantidad- con organización, ética y  moral revolucionaria se podía vencer al poder brutal de una dictadura”, afirmó Zito Lema. 

Pasado el primer día de la fuga, Vicente tuvo una maldita intuición de poeta. La historia siempre invita a desconfiar, y tiene sobrados ejemplos de la impunidad de los dictadores y de los dueños del poder. “Estaba muy preocupado y sentía angustia. Había que estar alertas y esperar lo que sucediera con el resto de los compañeros detenidos. Sentíamos el odio que nos tenía la dictadura, pero no pasaba por nuestras cabezas que iban a hacer una masacre con los presos. Quizás imaginábamos que se iba a recrudecer la represión en general y la vida de los presos políticos dentro de los penales iban a ser un infierno. Pero una transmisión de radio nos dio un golpe de realidad al anunciar sobre el fusilamiento en la base de Trelew. En ese momento, se rompió una regla de juego: que las dictaduras siempre habían sido violentas, pero a pesar de eso siempre habíamos conseguido algunos éxitos”.

El día después

Cuando se produce la masacre de Trelew, los familiares de las victimas tomaron una decisión transendental: velarlos a todos en un mismo lugar. Vicente fue uno de los principales encargados de organizar el funeral. “Luego de pensar como podíamos ayudar, decidimos hablar con Campora -que era el presidente del Partido Justicialista,- a ver si nos podían dar la sede. No era conveniente  hacer el velatorio en cualquier lugar,  ya que era probable que viniera el Ejercito a reprimirnos. Necesitábamos un espacio público, un lugar que tuviera peso y nos sirviera para sostener el acto. Era un momento de gran violencia social. Cuando me reúno en la sede de Av. La Plata, Campora me dice que sólo no podía resolver tamaña decisión y que necesitaba planteárselo al consejo del partido. La respuesta fue negativa, pero pese a eso, Campora  utilizó sus atribuciones para consultarlo –me imagino con Perón- y autorizó que el velatorio se realizara en la sede peronista, haciéndose cargo políticamente por la decisión. De ese modo, llave en mano, me hice cargo de la situación. A las dos horas vino el general Alcides López Aufranc. Nunca me voy a olvidar que este personaje y su perro policía, ya que el animalito me clavo los colmillos en la pierna sin que mediara una palabra. Casi como un símbolo, no se me escapo ni un solo grito ni lagrima, solo me limite a decirle que quitara al perro pese al dolor terrible de ese mordiscón maldito. Fue un presentimiento de que las cosas venían duras, y la negociación fue así. Me intimó a que desalojara el local porque no iba a respetar a una “banda de asesinos”. No pasó ni media hora de  las dos que estipulo como plazo máximo para que lo consultase con los familiares, que la tanqueta y las tropas entraron de prepo y armaron una escena terrible, violenta y desgarradora. Luego la represión continúo en el cementerio de la Chacarita, donde ni siquiera me dejaron terminar de leer un poema en conmemoración de los fusilados, ya que casi me parten la cabeza a garrotazos. Fue algo muy doloroso, la muerte se mezclaba con la angustia de los familiares heridos y el clima era muy tenso. Las dictaduras no respetan ni a los muertos”, afirmó Vicente.

Lo que ocurrió el 22 de agosto tiene el peso de ser el puntapié de una nueva realidad: a las dictaduras no les interesaba mantener más las “formas” y el baño de sangre contra el pueblo era un costo que estaban dispuestos a pagar. “Habíamos conocido la dictadura de Onganía, había pasado el Cordobazo, es decir situaciones duras pero no del espanto y la crueldad que devino luego de la masacre hasta llegar a su mayor punto en 1976-1983. Para mí, la masacre de Trelew fue el inicio del terrorismo de estado. Esto también es la argumentación  que sirve para condenar al capitán Sosa y sus secuaces como genocida. La defensa de estos asesinos es que este hecho no tiene nada que ver con lo que sucede a partir del 76. Si ellos lograran que este argumento fuera considerado válido, no serían encontrados  culpables porque la pena estaría prescrita. Hay que tener en claro que la masacre de Trelew fue el prolegómeno del genocidio del pueblo argentino de la última dictadura militar. Fue un día triste y gris donde cambió la historia. Además lo siento realmente así, estoy convencido porque fui testigo y estoy involucrado directamente. Fue un época que la viví como todo lo que vivo –destacó Zito Lema-, por un lado como defensor de los derechos humanos y por el otro como periodista y escritor. Tengo varios textos y poemas que fueron publicados en esos años, di conferencias, hable en las universidades y recorrí el país denunciando lo que había pasado a partir de la masacre de Trelew”.

A 40 años, una herida que no cierra

Pasaron los años, y fue invitado a  Trelew. Su viaje se dio justo cuando se estaban llevando adelante los juicios a los asesinos que perpetraron la masacre. Consigo llevó los borradores de aquel poema que nunca terminó de leer. A partir de estos borradores, terminó el texto y lo tituló Oración por Trelew. Uno de los motivos principales del viaje fue una conferencia que tenía que dar para grupos de estudiantes en  la Universidad de Trelew. Frente a un auditorio colmado, pudo decir aquello que los palos no le permitieron y recitó completo el poema. “¿Cómo te puedo explicar lo que sentí? Estaba haciendo lo que tenía que hacer. Era justo que este ahí. Siento que la poesía es una forma de luchar contra la muerte y el olvido. Porque si un pueblo no tiene memoria y lanza al olvido a sus luchas y héroes –y con héroes no me refiero a los grandes próceres, sino a los miles de compañeros que han dado su vida por una causa justa- nunca vamos a poder cambiar el mundo. Es necesario continuar la historia, pero parándose en lo que se conquistó. Tenemos que tener memoria histórica, pero por sobre todas las cosas memoria revolucionaria. Lo veo así, y por eso mucho  de mis textos son peleas contra el olvido. No hay nada más espantoso que dejar al costado del  camino a los compañeros  asesinados o desaparecidos. Mientras tenga fuerzas, ellos van a estar sobre mi espalda. Por eso también le escribí un poema a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y a los 30.000 desaparecidos”, comentó Zito Lema.
 
Desde el gobierno, existe una burda línea política de reivindicar ciertos sectores de la militancia de los 70, pero simplemente es un insulto a la memoria revolucionaria. Fiel a este argumento son ejemplos de las versiones K de Paco Urondo o Rodolfo Walsh, que se limitan a destacar su carácter de “agentes culturales” que eran contestatarios al régimen militar. Pero nada hablan su rol como militantes intachables que no dudaban en tomar las armas ni del tipo de sociedad por la cual dieron la vida. Para la historia oficial K, solo existe una parte de Montoneros. La expresión máxima de pauperización y traición de la memoria y a lucha de los 70 es ver a Nilda Garré como Ministra de Seguridad, entre otros tantos militantes devenidos en funcionarios del gobierno Nac & Pop.  Para Vicente “hay una lucha política y cada uno va a intentar acopiar para si. Eso esta mal, porque los compañeros muertos son de todos. No hay nadie que tenga el derecho de apropiarse de la memoria de un compañero. Si es así, es como no tener en claro por quién peleaban los compañeros. Cuando alguien quiere hacer una revolución, uno tiene que tener la idea mínimamente de cambiar el país donde vive. Por eso hay que tener grandeza de espíritu, ningún sector tienen que ser los únicos herederos de una historia que nos pertenece como pueblo. Si no se tiene claro eso, se esta haciendo un mal servicio a la memoria histórica. A mis compañeros los recuerdo en su totalidad, militaran en la organización que fuere. Son compañeros del pueblo y de la revolución, pero más todavía de aquellos que hoy siguen luchando por los ideales que defendían. La mejor manera de rendirles homenaje es seguir la revolución”.


COMPAÑEROS CAIDOS EN TRELEW

    Alejandro Ulla (PRT-ERP)
    Alfredo Kohon (FAR)
    Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
    Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
    Carlos Astudillo (FAR)
    Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
    Eduardo Capello (PRT-ERP)
    Humberto Suárez (PRT-ERP)
    Humberto Toschi (PRT-ERP)
    José Ricardo Mena (PRT-ERP)
    María Angélica Sabelli (Montoneros)
    Mariano Pujadas (Montoneros)
    Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
    Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
    Pedro Bonet (PRT-ERP)
    Susana Lesgart (Montoneros)

HERIDOS QUE LOGRARON SOBREVIVIR

    Alberto Miguel Camps (FAR - Desaparecido luego en 1977)
    María Antonia Berger (FAR - Desaparecida en 1979)
    Ricardo René Haidar (Montoneros - Desaparecido en 1982)

La nota ha sido publicada en la Revista La Maza

miércoles, 4 de abril de 2012

Un muñeco muy caro

Al igual que Maria Julia Alsogaray, "Aime" es un fiel ejemplo de la
"plasticidad" politica de los militantes de la UCEDE y del falso reciclaje dentro de las filas
"nacionales y populares"

Por Ezequiel Alvarez

Fue el elegido, hoy es el blanco. Amado Boudou fue una apuesta fuerte de kirchnerismo, el candidato de CFK para la vicepresidencia,  el delfín para las próximas elecciones presidenciales y el que le dio “contención” a la presidenta en los momentos de mayor soledad. Pero ¿Quien es “Aime”? ¿Qué oculta su pasado que permite entender su traumática estadía en la Rosada? Es, al fin de cuentas, un nuevo muñeco descartable, caro pero muñeco al fin,  en el Palacio bonapartista. Un muñeco que aún retiene el “apoyo” de la poderosa mesa chica solamente porque su caída significaría otro horror que pondría nuevamente en evidencia el cuestionado método de construcción cristinista, en donde muchos funcionarios y estructuras oficialistas temen verse reflejados.

AQUELLOS BUENOS Y VIEJOS TIEMPOS.

Frisco Bay era el termómetro de la noche marplatense. Boliche “top” por excelencia, fue una gran pasarela para las figuras que frecuentaban la “perla atlántica” en la década de los 80. Entre tragos y charlas, “Aime” logró tener un lugar en el local nocturno. Primero arrancó como tarjetero en las playas y luego pudo dar rienda suelta a dos de los grandes amores de su juventud –aparte de militar en las filas de la Unión del Centro Democrático (UCEDE)-, trabajar de disc jockey y encargarse de contactar a los principales grupos musicales del momento, como Los Pericos, Los Ratones Paranoicos, etc. Incluso llegó a demostrar su habilidad “pinchando” discos en Sobremonte y El Morro de Santa Clara del Mar. Pero, su ambición lo llevó a más y armó una empresa de organización de eventos que produjo los míticos recitales playeros Rock in Bali, donde tocaron Sumo, Virus, Los Violadores y Soda Estéreo. En la noche, Amado Boudou era un personaje conocido, siempre con un look canchero, amante de las guitarras y las motos de alta cilindrada. ¿Había algún lugar mejor para ser un bon vivant que Mar del Plata en verano? Playas, mujeres, noches interminables, amigotes por doquier. Amado era un pez en el agua durante la temporada estival, y fuera de ella sabia muy bien qué negocios hacer. Pero no todo fue descorchar y entregarse a los placeres de la noche. Ya desde joven comenzó a destacarse como alumno de Economía en la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde obtuvo un 8,19 de promedio final.  Al mismo tiempo se erigió como dirigente de la Unión para la Apertura Universitaria (UPAU) –brazo estudiantil del foco infeccioso liberal de la UCEDE-. Mientras Raúl Alfonsín edificaba la salida “democrática” post dictadura, Amado era un adelantado. Las ideas por las que luchaba con sus compañeros de la UPAU –entre los que se encontraba el actual titular de la AFIP Ricardo Echegaray - estarían hermanadas en los próximos años con las medidas implementadas por el menemismo privatizador. Un pasado más de “pizza y champagne” que “nac & pop”.

La noche no solo trae resacas por la mañana, también es un lugar propicio para hacer contactos y negocios, en especial de esos que no se aclaran por más que salga el sol. Aparte, Mar del Plata es la joya de la costa atlántica durante tres meses pero  el resto del año es igual de corrupta, gris y sucia que cualquier otra gran urbe (sin ánimos de ofender a ningún marplatense). En la suciedad, Amado vio un negocio. Frisco Bay quedaba  sobre la ruta 88, pegada al basural de la empresa recolectora Venturino Eshiur, en la cual Boudou hizo sus primeras armas en el sector empresarial privado. En solo dos años, paso de ser un empleado en el departamento comercial, a hacerse cargo de la gerencia general de la compañía. En 1995,  la empresa quebró porque Mario Russak - padrino político de Amado y ex intendente marplantense durante la dictadura y de 1991 a 1995 - le sacó la mitad de la zona de recolección que cubría por incumplimiento en el servicio. Dicen que algunas conductas son reiterativas y ésta no sería la primera vez que a Aime muerde la mano que le da de comer.

PROBANDOSE ROPAJE DE PUINGUINO.

Y un día “Aime” dio el salto. Luego de 30 años viviendo en Mar del Plata, volvió a la ciudad que lo vio nacer. Fiel a su estilo, en 1998 desembarcó en Capital Federal con muchos contactos útiles y varios negocios debajo del brazo. De la mano de Benigno Velez – un viejo compañero de militancia universitaria que hasta hace poco era gerente general del BCRA- llegó a la Anses y fue escalando posiciones con el correr del tiempo. Con la ayuda de un nuevo padrino de turno y gran impulsor de su figura dentro del kirchnerismo –el ex jefe de gabinete e intendente de Tigre Sergio Massa- de un simple analista pasó a ser el titular del organismo previsional. Si hay algo que queda claro, es que Boudou sabe como escalar posiciones de manera meteórica por encima de opiniones de propios o ajenos, liberales o peronistas. Fiel a su ideología, perfeccionó sus conocimientos y realizó un master de Economía en la universidad CEMA, usina de teorías neoliberales y de exponentes de esta política como Pedro Pou, Jorge Avila o el ex ministro de economía menemista Roque Fernández. Luego, se desempeñó como profesor titular de Análisis Económico de Empresas en la institución, cosechando elogios entre su alumnado por su carisma y “la buena onda”.

Su paso por la Anses fue interrumpido en diciembre del 2003 por una licencia que solicitó para asumir el cargo de Secretario de Hacienda del Partido de la Costa, bajo la gestión de Juan De Jesús. La firma de Amado fue la encargada de rubricar el polémico Plan Federal de Viviendas que lanzó Julio De Vido. Plan devenido en escándalo porque de las 486 casas que debían ser construidas en San Clemente, San Bernardo y Mar de Ajo, solo se hicieron 100 a la fecha estipulada para la finalización de las obras. A todo esto, la empresa constructora involucrada, Cantera FC, abandonó el proyecto sin concluir, pero con las cuentas bancarias a tope,  ya que cobraron más del 70 por ciento del presupuesto total. La suerte y la agenda de Boudou jugaron un buen desempeño para que la investigación fuera archivada en el Consejo Deliberante, con el voto de la mayoría oficialista K.  Un momento clave en la vida de “Aime” fue cuando Néstor Kirchner dio el visto bueno para implementar el proyecto de la estatización de las AFJP elaborado por el ex disc jockey. Ese hecho dividió aguas en su vida personal y fue una aparente redención de su pasado, incluso fue cuestionado por su entorno liberal y dejó de frecuentar CEMA. Este reciclaje dentro del proyecto “nacional y popular” y las inocultables simpatías que le prodigaba CFK le permitieron a Boudou acceder al máximo cargo del Palacio de Hacienda en 2009. Joven, de clase media, pintón, educado en las universidades del establishment - pero con una cintura política para tomar medidas en sintonía con el despacho presidencial -, el actual vicepresidente comenzó a hilvanar un incipiente entramado político “propio”, aunque siempre bajo la mirada atenta de Cristina Fernández. Ya para entonces, tenía excelente relación con De Vido, uno de los actuales “borrados” de la mesa chica presidencial. Es que, gracias al dinero de la caja jubilatoria, el Ministro de Planificación pudo financiar alguno de los proyectos más importantes de infraestructura de la gestión, como la construcción de las centrales térmicas de Ensenada, Santa Fe, Pilar –a cargo de la empresa kirchnerista Electroingenieria- y la finalización de Atucha II.

TARJETEANDO DESDE EL MINISTERIO.

Pero ya consolidado en su despacho de Hipólito Yrigoyen 250, Boudou comenzó a hacer de las suyas de nuevo. El vicepresidente no es una persona a la que le falla la memoria y menos con un cargo de suma importancia; aunque el control de la economía real estaba en manos del propio NK. “Aime” se acordó de viejos amigos a los cuales no dudo en convocarlos para que sean sus aleros en esta nueva etapa. A modo de una rendición de cuentas, su primera reunión como ministro de Economía no fue con CFK, ni con otro ministro o ficha clave en el armado oficialista, sino que invitó a su oficina a Marcelo Artime, amigo personal de la UCEDE y presidente del Consejo Deliberante marplatense que archivó el desfalco que manchó al Plan Federal de Viviendas del Partido de la Costa.  A la hora de formar su equipo de trabajo más cercano, también recurrió a viejos amigos. Algunos cargos se efectivizaron y otros no, como el caso de Juan Guiñazu. Este abogado marplatense había cumplido funciones en la Anses cuando Boudou era el titular del organismo.  Ya en su cargo de ministro, él evaluaba reubicarlo al frente de la Secretaría de Política Económica o en la Jefatura de Gabinete de Economía. Lo que pocos saben es que el padre de Juan Guiñazu, Rafael, tiene un amplio y oscuro prontuario dentro de las Fuerzas Armadas, desempeñándose como capitán de fragata, subjefe de la Base Naval de Mar del Plata en 1977 y jefe de Buzos Tácticos de 1976 a 1978. Actualmente se encuentra en arresto domiciliario, imputado de 430 hechos de torturas física, psicológica y violaciones. Sería interesante preguntarle a Boudou cómo logró mantener una relación afectiva y laboral con personajes ligados al genocidio del pueblo argentino mientras se desempeñaba como funcionario del “gobierno de los derechos humanos”.

La estadía de Boudou frente al Ministerio de Economía fue muy prolífera para su patrimonio y para los bonistas extranjeros. ¿Qué otra cosa se podría esperar de un joven político que “mamó” la doctrina de Alvaro Alsogaray y se admiró con Adelina y María Julia?  Su gestión se caracterizó por una búsqueda incesante de hallar la forma de pagar la deuda del Club de París, por un intento de saldar las cuentas con los bonistas que quedaron fuera del acuerdo, y por  garantizar  el pago de la deuda externa. Sólo eso. Ninguna reforma económica seria, ningún punto de vista original de ese modo, ninguna objeción al manejo K. de la economía. Eso sí: esas pocas medidas tenían como objetivo preparar las condiciones para reiniciar el tradicional ciclo de endeudamiento externo, dependencia y servilismo  que ha caracterizado a la economía argentina. Durante ese período de casi dos años, “Aime” infló su cuenta bancaria,  acrecentó su agenda comercial y cultivó la simpatía de CFK, pero al costo de cosechar poderosos e influyentes enemigos dentro del Palacio. En su declaración jurada del año 2010, informó que su patrimonio había aumentado un 65 por ciento, pasando de  $887.561 a $1.466.030. Algo poco claro teniendo en cuenta que su sueldo anual era de $338.130 y que, además, tuvo recursos suficientes parar crear una nueva empresa inmobiliaria y de inversiones  con José María Nuñez Carmona, un viejo socio y amigo  que ya venía “salpicado” en un caso de soborno por pauta oficial de publicidad. Siempre fue visto como un agente extraño por la militancia y los pingüinos de paladar negro. Pero, gracias a que el viento de cola empujó la economía argentina y que no fue tan golpeado por los escándalos o reveses como sus antecesores (Felisa Miceli y Martín Lousteau) ese rechazo  fue minimizado y no tuvo consecuencias mayores.

Luego de la muerte de Néstor Kirchner, Amado comenzó a tener un rol protagónico aún mayor, ya que era  -según el mismo se ocupaba de difundir a los cuatro vientos- quien se encargaba de “contener” a la presidenta en un momento muy delicado. Este favoritismo presidencial  -que culminó en su selección como vicepresidente- le generó, como contrapartida,  una ruptura irreversible con el que hasta ese momento era el círculo íntimo de Olivos: Máximo Kirchner –es decir La Cámpora-, el Secretario de Comercio Guillermo Moreno, el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia Carlos Zanini, el titular de la Secretaría de Inteligencia Héctor Icazuriaga, la Ministra de Seguridad Nilda Garré y su hijastro Abal Medina se sumaron a sus viejos enemigos, encabezados por el Ministro de Interior, Florencio Randazzo.  Párrafo aparte merece la relación de Máximo e Icazuriaga: el numero uno de la Secretaría de Inteligencia es un “pingüino” de ADN,  su relación con los Kirchner viene de la época donde la familia ostentaba la gobernación de Santa Cruz y conoce a Máximo desde temprana edad. No es ningún secreto que el hijo de NK y CFK se ha vuelto un asiduo seguidor de los “papers de inteligencia” y  a sus manos habrían llegaron varias desgrabaciones de conversaciones telefónicas mantenidas por el actual vicepresidente donde hace alarde y ciertos comentarios poco reservados sobre su relación con Cristina a una serie de amigos y empresarios. Como para cubrirse las espaldas, Boudou proclama a todo viento que “Nací en la política dentro de este proyecto político”,  pero  él sabe que su periplo ideológico y su ascenso fugaz han entrado en zona de riesgo y   que lo están controlando constantemente. Incluso él mismo denunció que su cuenta personal del mails está hakeada y hasta el propio Ministro del Interior, Florencio Randazzo, tuvo que salir a desmentir los rumores que aseguraban que era el encargado de la operación. 

UN GRUPO DE AMIGOTES SE LANZA A LA AVENTURA. 

El escándalo Ciccone Calcográfica es un síntoma del desgaste que sufre el entramado político que construye unilateralmente CFK. ¿Qué era lo que buscaba a la hora de elegir un compañero de fórmula? Según ella era la época de emprolijar el “proyecto” -de lo que ahora dio por llamar la “sintonía fina”- y para eso era necesario dar un signo claro a la  burguesía nacional y a los agentes financieros extranjeros. Poner a un “Chicago Boy”, amigo personal de la actual Directora del FMI, la francesa Christine Lagarde,  de vicepresidente era una muy buena señal para los banqueros internacionales frente a un panorama local de arcas flacas producto de la disminución del superávit fiscal. Fue a la sujeción económica lo que la aprobación de las Leyes Antiterroristas significó en relación al GAFI y el G 20: buena conducta. Cristina buscaba inmunizarse frente a los posibles focos de conflictos abriendo canales de diálogo con la usura internacional, haciendo todo lo posible para congraciarse sin traicionar totalmente su discurso, e incluso cerrando aún más su círculo interno, desoyendo hasta a su propio hijo. Y en ese juego cometió el pecado de confiar ciegamente en obsecuentes y halagadores, especialmente si provenían o tenían fluida relación con el establishment y, mejor aún, si eran jóvenes y apuestos. Primero fueron  Lousteau y Mazza, después llegó Amado y todos fueron detestados por NK.  Pero, en su caso, había toda una historia de oportunismo y negocios personales vinculados con la política que debieran haber alertado a la presidenta. Esa zaga no era desconocida por varios de los conspicuos miembros de la reducida corte, los que permanecieron con la guardia alta ante los encantos del carilindo ministro. Ellos sabían que, tarde o temprano, la perdiz iba a volar.  Sólo era cuestión de tiempo.  Entonces, salió a la luz el caso Ciccone, capitalizado por los monopolios burgueses de comunicación, una comatosa oposición y por los recelosos sectores kirchneristas que veían en Amado un fuerte y poco confiable delfín con acceso directo a las partes más reservadas del Palacio.

A la luz de las últimas novedades en este affaire, el escándalo viene de lejos y empieza a manchar mucho más allá del círculo de amigotes de Boudou. Aún cuando estaba en  su cargo de ministro, “Aimé” aconsejó “desinteresadamente” a la mesa chica de Olivos avanzar sobre Ciccone por dos motivos: evitar el desabastecimiento de papel moneda -y el papelón de volver a imprimirlo en Brasil- y para quitar del medio  al misterioso Grupo Boldt, sospechado de “duhaldismo” residual y de jugar con De Narváez en las anteriores elecciones bonaerenses. Boldt pertenece a Antonio Tabanelli, un muy buen socio de Eduardo Duhalde, que obtuvo  beneficios excepcionales como el monopolio del juego en el norte del conurbano bonaerense y hasta la concesión del juego online y las máquinas tragamonedas. También es el concesionario prorrogado de la mayoría de los casinos de la provincia, empezando por el de Mar del Plata y siguiendo con el de Tigre, tan cercano al nuevo enemigo de los K, Sergio Mazza. "Boldt es Duhalde", es una afirmación muy acertada que fue creciendo luego de la derrota kirchnerista en el 2009. Los padrones para esas elecciones fueron confeccionados por una empresa gráfica del grupo Boldt, el que, aprovechando las extremas dificultades financieras que atravesaba la familia Ciccone, no sólo le soplaba negocios tradicionales sino que ya había puesto un pie en la propia competidora. Las fuentes de Palacio aseguran  que Tabanelli tuvo la osadía de hacerle llegar esos padrones  por adelantado y “por afuera” al padrino bonaerense con lo que le facilitó la tarea electoral a su candidato de entonces (De Narvaéz). En ésas circunstancias, entregarle el negocio de la impresión de los nuevos billetes a Ciccone era entregárselo a Boldt-Tabanelli y, con seguridad era darle aire a las exhaustas arcas del duhaldismo. “Aime” –con la misma rapidez con la que enganchaba canciones en Frisco Bay- vio un negocio y  comenzó a gestar las condiciones para manotearlo. El primer paso era evitar que la Casa de la Moneda, empresa estatal donde tradicionalmente se imprimían los billetes, se reequipase a pleno para volver a cumplir su rol fundacional. Sólo hacía falta comprar algunas maquinarias nuevas y adecuar los procesos productivos y la vieja Casa volvería a estar en condiciones competitivas para imprimir bellos billetes, como aquellos de dos pesos con la cara de Menem que Armando Gostanian -su titular de épocas olvidadas-  mandó a confeccionar para halagar al jefe. Pero si la Casa se modernizaba,  chau negocio. Entonces, Aimé colocó en la presidencia de la Casa de la Moneda a una  de sus amigotas –Katya Daura-  y desde allí obstaculizaron cualquier tentativa de aggiornar la empresa. Ahora sólo restaba apoderarse de Ciccone y ordenarle la impresión de billetes que, de pronto, pasaba a ser urgente. 

Los argumentos conspirativos de Boudou contra Ciccone-Boldt-Duhalde calaron  hondo en la sensibilidad de un Palacio donde todo se mira con ojos de polizontes y donde todo es válido para impedir que reviva el espíritu del caudillo bonaerense. El visto bueno por parte de CFK no tardó en llegar. La estrategia fue que Boudou se encargara de encontrar un grupo empresario nacional que se hiciera cargo de la empresa y levantara su quiebra, cuyo principal actor y acreedor era la AFIP, es decir su amigo Etchegaray!!  Varios de los cortesanos, incluso la propia presidenta, habrían imaginado  que Boudou iría a ofrecerle el negocio  a un Eskenazi, Grobocopatel, Ellrstein Spolsky, Electroingeniería  o cualquier empresario con “conciencia nacional y popular”, de pocos escrúpulos y gran  eficiencia en eso de repartir la torta, garantizar reserva y mantener a los buitres y a los medios callados.  Pero, resultó que  el “grupo  empresario” elegido por el entonces ministro se asemejaba más a una banda de lúmpenes pequeño-burgueses, viejos amigotes de la noche y de la vida,  que a la nueva burguesía nacional kirchnerista y, ni hablar, que a  los sectores tradicionales de las clases dominantes. Cristina Kirchner se habrá llevado una fea sorpresa cuando se enteró que los encargados de tan delicada tarea iban a ser personajes de la calaña de José María Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele, un monotributista de la escala más baja de la categoría, señalado por su ex esposa como “testaferro de Boudou”. Y no hace falta investigar demasiado para cruzar las declaraciones juradas para establecer nexos entre Núñez Carmona, Vanderbroele y Boudou.

EL LEVANTAMIENTO DE LA QUIEBRA.

El primer paso para apoderarse de la empresa era que los Ciccone aceptarán romper cualquier tratativa con el Grupo Boldt-Tabanelli  y reemplazarlo por un extraño y desconocido Fondo de Inversión, The Old Fund,  radicado en una elemental oficina montevideana, el que sería representado por Vandenbroele,  quien se encargaría de levantar la quiebra de la fallida y hacerse cargo de un pasivo enorme, pero ahora licuado y súper financiado. A cambio de ello, el misterioso y joven empresario se quedaría con nada menos que  el 70 % de la vieja empresa familiar. Y, como decíamos antes, el gran obstáculo a sortear para salir de  la quiebra era la deuda que el Grupo Ciccone mantenía con la AFIP y que constituía la mayoría absoluta del pasivo de la empresa. Pero de eso se encargaban “Aimé” y su amigo Ricardo. Para ésa época, 2010, Ciccone adeudaba a la AFIP una cifra que superaba holgadamente los ciento veinte millones de pesos. Vandenbroele se sentó a negociar un nuevo plan de pagos con el departamento jurídico del ente recaudador, que terminó con un insólito acuerdo firmado en noviembre de ése año. Por medio del mismo, la AFIP levantaba su pedido de quiebra mediante un inusual plan de pagos que superaba cualquier esquema legal utilizado hasta el momento por el ente: 168 cuotas con una tasa de interés de sólo el 0,5 %, inferior, de manera escandalosa, a la regulada en todos los acuerdos anteriores. Pero, para lograr que el Departamento Legal de AFIP avalara el acuerdo y posibilitara la ansiada firma de Ricardo -el mismo  de la vieja UCEDE, Etchegaray-, Amado debió pedir por escrito un tratamiento preferencial para la empresa, para cubrirle las espaldas a su amigo. Así se  llegó al absurdo cuando, en un  escrito oficial, Boudou se dirigió a su amigo Etchegaray pidiéndole  que sea benevolente con la  Compañía de Valores Sudamericana SA (CVS) –como se rebautizo a Ciccone luego del ingreso de Vanderbroele-. Por medio de ese documento, que firmó Boudou el 8 de noviembre de 2010, la AFIP destrabó la situación y CVS logró aquella  moratoria extraordinaria. Con un pago inicial de poco más de un millón de pesos. El principal y privilegiado acreedor de la quiebra se daba por satisfecho y se allanaba al levantamiento de la inhibición judicial, arrastrando detrás suyo a los demás acreedores. Cuando estalló el escándalo, durante la conferencia de prensa que debió realizar  Echegaray para dar alguna explicación que lo pusiese a salvo, un periodista  le preguntó por cuantas de las muchas empresas que se encuentran en la misma situación –o peor teniendo en cuenta la cantidad de trabajadores involucrados- el ex Ministro de Economía intercedió tan eficazmente. No pudo contestar, sencillamente porque fue el único caso!!

Sin embargo, las balas siguen repiqueteando cerca de la AFIP y desnudando el circulo de complicidades: ahora resulta que todo el acuerdo firmado en el 2010 podría ser declarado ilegal porque no se incluyeron en la cuenta los casi 20 millones de pesos de intereses impagos que llevaba acumulada la deuda original de Ciccone al momento de la firma de ese convenio. O sea que, en el apuro por satisfacer el pedido del entonces ascendente delfín, toda la eficiencia recaudadora de la agencia fue “incapaz” de detectar una diferencia de esa magnitud!! No obstante, con las cuentas “arregladas” con la AFIP, Vandenbroele se dedico a “melonear” y apretar a los demás acreedores. Con la misma trama de presiones y favores, obtuvo  acuerdos de similar benevolencia, que aún no salieron a la luz, con el Banco Provincia y el Nación y convenció a los trabajadores de que aceptaran su nueva gestión y pospusieran sus reclamos en la quiebra, porque, coinciden varios de ellos, “el gobierno me banca”. Quizás usó el mismo argumento para que el juzgado interviniente le diera curso al acuerdo extrajudicial en tiempo récord y así, con apenas un millón y medio de pesos, Boudou y sus amigos se hicieron con el control de una empresa que no vale menos de 250 “palos” y a la que le garantizaban trabajos por cifras siderales. Pero ni siquiera ese miserable “palito y medio” salió del bolsillo de los muchachos: dicen, cerca del Palacio, que lo aportaron  algunos amigos banqueros del entonces ministro, quizás como pago de reservados favores. Dicen, también cerca de la Corte, que el propietario del Banco Macro, Jorge Britto, no sería ajeno a estos enjuagues y que ello explicaría su actual eclipse de los pasillos del poder.   

MOVIMIENTO DE FICHAS.

El silencio que se mantuvo desde las esferas oficialistas -a partir del destape de la trama secreta del caso Ciccone y su judicialización- fue utilizado por los medios monopólicos opositores para golpear la imagen del vicepresidente y por añadidura la de CFK. ¿Qué diferencia los anteriores escándalos dentro del gobierno kirchnerista del caso Ciccone? A Boudou –que fue elegido por la presidenta sin ningún tipo de consentimiento y callando  críticas de sus más íntimos-   lo apuntan desde afuera y desde adentro. También fue duramente criticado por Hugo Moyano, que paso de ser un leal aliado al gobierno nacional y ferviente defensor de Amado ser un “paladín de los obreros” y a afirmar que “la Justicia debe ir hasta el fondo, hasta donde corresponda” y que el caso Ciccone es “un tema delicado que no puede pasar inadvertido”.  Está claro que la presidenta comienza a pagar el precio de su personalismo y que una precipitada y abrupta salida del vicepresidente sería un duro golpe que no entra en los planes de nadie. Para contrarrestar los ataques, Boudou fue “empujado” a desfilar por los medios de comunicación oficialistas de una manera tan lastimosa que hasta la pregunta más ingenua del mercenario de turno lo incomodaba y se excusaba en un “es todo mentira”. También debió suspender una exótica gira por Corea del Sur y el Sudeste asiático cuando estaba con u n pie en el avión. Varios fueron los funcionarios –que por orden presidencial- salieron apoyar al vicepresidente, aunque sea tibiamente. Uno de ellos fue Gabriel Mariotto, quien afirmó que Boudou es un “hombre de una gran sensibilidad, un gran compañero, un militante comprometido con la construcción política que conduce Cristina”. No es un dato menor que Mariotto salga en defensa del que picaba en punta para suceder a CFK, ya que es el hombre del cristinismo dentro de la Provincia de Buenos Aires que  desgastar a Scioli, uno de los grandes ganadores de la caída de “Aime”  en sueño de futuro candidato a presidente. Si algo queda claro, es que nadie puede ir a fondo por la cabeza del vicepresidente. La oposición burguesa sabe que la Justicia cómplice K solo puede llegar a condenarlo con una pena menor ligada con al tráfico de influencias, de tenor insignificante   comparada con la destrucción de su imagen pública y de su programada candidatura como sucesor de CFK. En la mesa chica de Olivos, nadie derrama una sola lágrima por “Aime”, sino que observan atentos cada movimiento de una causa judicial que tiene aires de un nuevo caso Skanska: mucho ruido, mucho escándalo, muchas  sospechas, mucho desprestigio pero poco y nada de justicia efectiva.

Como para reafirmar ante el país que “acá no pasa nada, mando yo!”, el último día hábil de marzo, la Presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont -siguiendo expresas instrucciones de CFK- ordenó, con carácter de urgente y sin licitación o concurso de precios alguno, la impresión de una nueva partida de billetes de cinco, cincuenta y cien pesos. Mágicamente, la Casa de la Moneda había sido puesta en condiciones de hacerse cargo de la mayor parte de la tarea, pero, una porción significativa le fue otorgada a la empresa de los amigos de Boudou. Y no se trata de un negocio menor: el estado nacional le pagará a Ciccone-Vandenbroele- la friolera de 170 millones de pesos!! No pasa inadvertido que, en medio del escándalo –con investigación judicial abierta y en progreso- esta decisión es una reafirmación del estilo bonapartista de decisiones que caracteriza al “cristinismo”, por un lado, pero, también a la necesidad de salir en defensa pública del deteriorado Boudou, más parecido, en la actualidad a una famélica mojarra que a un prometedor delfín. La similitud entre esta reacción del Palacio y los aplausos y ovaciones  de despedida al héroe Juan Pablo Schiavi -ex Secretario de Transporte y primer responsable de la tragedia del FC Sarmiento-, a la defensa irracional y mendaz de la megaminería y a tantos otros desatinos que comienzan a ser habituales, habla por si sola. Un gobierno que alcanzó el pico de su popularidad hace tan sólo cinco meses,  se encuentra, cada vez más sumergido en un pantano de dificultades en el que demuestra menos cintura política que Bambi pero más presunción imperial que María Antonieta. En tanto, las encuestas de opinión –a las que era adicto NK y que tanto detesta CFK- hablan, a fines de marzo, de una caída en lo que va del año del 19 por ciento en la imagen positiva del gobierno. Pero nada, ni esas encuestas, ni la bronca popular por la tragedia ferroviaria, ni el malestar por los aumentos incesantes de los precios, ni el escándalo Ciccone parece que fueran a alterar el curso general del gobierno a confrontar con su propia base electoral, claramente en proceso de desencantamiento con los ritos y, sobretodo, con las políticas palaciegas.

“La historia de los vicepresidentes ha sido bastante triste y yo voy a ser el mejor vicepresidente que ha habido, porque voy a estar acompañando a la presidenta hasta el último día  formando parte de su proyecto político” proclamó “Aime”. Duro y arduo camino tiene por recorrer, aunque todo parece indicar que se va a despistar antes de tiempo. Hoy, es un vicepresidente sin poder y con futuro de pronóstico reservado, al cual la Justicia acaba de allanarle su casa por la causa Ciccone. Su día se divide en presidir el Senado de la Nación Argentina, disfrutar de sus motos mientras pasea en su Puerto Madero adoptivo y esperar que vuelvan a atender su teléfono aquellos que lo hacían cuando él era el elegido, sin olvidarse de cumplir con sus apariciones en importante en ceremonias y actos protocolares de significación cuasi escolar.  Hasta la misma presidenta CFK se encargó de asestarle un duro golpe al ningunear a su amigo y heredero político en el Palacio de Hacienda, Hernan Lorenzino, y darle el manejo real de la cartera a Axel Kicillof, economista de La Cámpora que ocupa el segundo lugar jerárquico en el Ministerio de Finanzas Públicas, mientras que la economía diaria es controlada por Guillermo Moreno. Así, su incipiente entramado de amistades políticas está casi extinto. Lo que Cristina da, Cristina quita, y “Aime” esta más solo que nunca. Muchos funcionarios que fueron tocados por el dedo del beneplácito presidencial y catapultaron su carrera dentro del kirchnerismo, conocen bien esa gran verdad. Temen, en lo profundo, no ser el próximo muñeco en un juego capitalista donde hay una sola reina que, además, reina sola.


La nota fue publicada en la Revista La Maza

martes, 28 de febrero de 2012

Miserias a cielo abierto

                                            CFK  y parte de los gobernadores mineros agasajando a Peter Munk,
                                                       uno de  los dueños de la Barrick Gold.

Por Ezequiel Alvarez

Muerte, represión y saqueo. Sin estas tres palabras, el concepto de mega minería no podría existir. Van de la mano al igual que van de la mano el gobierno nacional y las mineras extranjeras, encargadas de llevarse los minerales y las divisas, dejando contaminación, destrucción y migajas. El conflicto generado en torno a la minería metalífera a gran escala desenmascara las políticas reales del kirchnerismo y la burguesía nacional, que solo buscan poner en bandeja los recursos naturales y estirar lo máximo posible el discurso de un progresismo emancipador, que no resiste ningún contraste con la realidad. Gracias a los levantamientos populares, los cuestionamientos hacia esta actividad extractiva y destructora han echado raíces en amplios sectores de la sociedad. Hoy, los pueblos de Famatina, Belén, Andalgala, Tinogasta, Chilecito, entre otros, son los faros a seguir en una lucha por la emancipación. Pese a que muchos intenten enfriar el conflicto con vientos malvinenses, el repudio a la minería a cielo abierto truena más fuerte que las explosiones que mutilan la Cordillera de los Andes.

LA SOPA QUIMICA Y FINANCIERA
El imaginario cultural asocia a la minería con el trabajador explotado, su típico casco con la linterna, un laberinto de socavones y la imagen de una mujer rezándole a la mina para que no se trague a su marido, hijo, o hermano. Esas imágenes se han quedado en el tiempo, y ahora le  han dado paso a otras imágenes: las de un “progreso limpio” de técnicos, químicos, ingenieros, geólogos, miles de toneladas de maquinaria pesada, cianuro y explosivos. La nueva hija prodigio de los saqueadores tiene nombre: minería a cielo abierto. ¿En qué consiste este tipo de método extractivo y contaminante? Todos los elementos de la naturaleza están compuestos por minerales, pero lo que hace rentable su extracción es la concentración del mineral en la zona por explotar. Incluso en nuestro cuerpo podemos encontrar metales como oro, salvo que para una minera no es rentable exprimirnos para extraerlo, o por lo menos no lo es hasta el momento. La minería de socavón -o tradicional- se basa en la extracción de minerales concentrados en las vetas naturales. Pero, cuando se agotan las vetas, cualquier estructura geológica se transforma en una gran fuente de minerales diseminados. Para poder extraer estos minerales dispersos es necesario reducirla a escombros. Cientos de miles de toneladas de dinamita, o incluso millones –como lo estipulado en el proyecto binacional argentino chileno Pascua Lama- pueden transformar grandes montañas en profundos cráteres. Luego, gigantescos montículos de escombros son rociados con sustancias químicas como cianuro de sodio para obtener oro y plata, o con  ácido sulfúrico en el caso del cobre. Este proceso químico se llama  lixiviación, y en él  se logra separar la mena (material crudo compuesto por varios minerales de interés) y la ganga (es decir el resto de los minerales que acompañan a la mena y no representan de interés económico al momento de la extracción) del material estéril. El resultado para las mineras: por cada tonelada de montaña molida, se obtiene un gramo de oro, entre otros minerales. El resultado real: una gran sopa química compuesta por millones de toneladas de material contaminado pasa a formar parte de dudosos diques de contención - que luego logran filtrase en las napas y contaminar afluentes -, peri glaciares y glaciares son destruidos, junto con toda la flora y fauna de la zona, se expiden miles de toneladas de gases de efecto invernadero al cielo y el daño socio ambiental se torna irreversible.  

En territorio argentino hay 17 emprendimientos mega mineros en actividad. Los casos más resonantes son la mina Bajo La Alumbrera en Catamarca, Veladero en San Juan y Cerro Vanguardia en Santa Cruz. También existen más de 400 proyectos mineros en diferentes etapas. Entre los proyectos más controvertidos está el de la empresa canadiense Osisko Mining Corporation en Famatina –frenado gracias a la presión popular-, el proyecto de Agua Rica en Andalgalá, y el de la extracción de litio en los salares de Jujuy y Salta, que amenaza con echar de sus tierras a poblaciones originarias. El mercado minero en Argentina está  liderado casi en su totalidad por unas 50 empresas extranjeras, entre ellas Xstrata, Yamana, Goldcorp – estas  tres conforman Minera Alumbrera Ltd, la accionista mayoritaria del Bajo La Alumbrera-,  Barrick Gold – en la cual tiene acciones la familia genocida Bush-, Anglogold , Yamiri, Río Tinto, y Magauranium. Estas empresas, enceguecidas por el aumento en el mercado financiero de los minerales- desde 2001 hasta la actualidad los precios del cobre subieron más del 204% y los del oro más del 616%-, vuelcan todo su potencial al saqueo, sin importar el costo que deben pagar las poblaciones perjudicadas. Tanto la minería a gran escala, como las pasteras y los agro negocios forman parte de un modelo extractivo contaminante que solo beneficia a las empresas, en convivencia con los gobiernos de turno. Así como gran parte de los minerales extraídos de suelo argentino son utilizados para uso civil, un importante porcentaje es destinado para fines que distan mucho de algún objetivo pacífico. Uno de los minerales de los cuales poco se habla es el molibdeno, que es piedra fundamental en la industria militar. Este tiene la cualidad de endurecer al hierro y es utilizado en la industria de la aviación, armamentística y en la fabricación de misiles. El proceso del saqueo tiene su ruta: el material sin procesar –y sin valor agregado- es trasladado a diferentes puertos donde se los saca hacia destinos donde cuentan con la capacidad técnica de obtener el material puro. El mineral argentino se transforma en miles de millones de dólares de empresas extranjeras depositados en bóvedas de seguridad en Zurich, Londres, New York y cualquier otra metrópolis financiera alejada del cianuro, los escombros y la contaminación. 

LA HERENCIA DE PAPÁ.
“Menem es el mejor presidente desde Perón” se animó a decir Néstor Kirchner, durante un acto en el cual agasajaba en su carácter de gobernador de Santa Cruz al ex presidente riojano. Era 1993, ya varias empresas habían sido entregadas a la sangría privatizadora y el actual Código Minero estaba siendo pergeñado entre los altos sectores del menemato y el lobby minero trasnacional. Entre las herencias políticas que hoy en día subsisten del “mejor presidente desde Perón”, la política minera es una de ellas. Mientras todos los sectores del kirchnerismo se llenan la boca atacando al neoliberalismo, es responsabilidad de este gobierno que en más de ocho años de gestión no se haya cambiado ni una coma a una legislación vergonzosa. Y no es casualidad! ¿En qué consiste este Código? Es el sueño de las mineras transnacionales, donde literalmente el Estado pone un cartel de “se vende” a todas las fuentes de recursos mineros. Muchas de las concesiones que se fijan en ese Código son aberrantes. Una de ellas, asegura que una vez comenzada la investigación de base (primera etapa del proceso de explotación minera) la empresa tiene derecho a finalizar todas las etapas. También dispone que la minera goce de un derecho adicional que es el de exigir la venta forzosa del terreno que resulte necesario para la instalación de obras de infraestructura minera y servicios. No solo permite el saqueo, sino que en el Código Minero figura un artículo por el cual el Estado -nacional, provincial o municipal- tiene prohibido explotar por sí solo cualquier yacimiento. Si, ríase o mejor llore. 

El Código Minero no está solo, su hermana bastarda es la Ley 24.196 de Régimen de Inversiones Mineras, sancionada en abril de 1993, también con el apoyo de los K. Esta ley otorga más beneficios, como eximir a las empresas de impuestos - el IVA, a las utilidades y gravámenes activos- y permite que se lleven el 100% de las divisas por exportaciones al exterior. También las las mineras son privilegiadas ya que tienen estabilidad fiscal por treinta años, es decir que ni el Corralito del 2001 las afecto.  El punto más crítico esta en el artículo 21 de dicha ley, donde se concede un reembolso superior al 5 % del valor total exportado si se lo saca del país por puertos patagónicos. Si tenemos en cuenta que las mineras están obligadas a pagar al Estado solamente un 3 % del valor total del mineral en boca de mina –cifra que surge de las declaraciones juradas hechas por la propias empresas mineras-, no quedan dudas que se legisla y gobierna en pos del beneficio minero y que deja como ecuación un saqueo sin precedentes. Como si fuera poco, las mineras no pagan ni un centavo por el agua, la electricidad y el gas que utilizan porque están subsidiadas por todos los argentinos y argentinas (aparentemente aun no existe el SUBE minero).

Para conocer realmente lo que se oculta detrás del negocio mega minero, no hacen falta investigaciones exhaustivas ni desclasificar ningún tipo de documento secreto: los fundamentos de todos los “eco terroristas o nazis” –como los definió el gobernador sanjuanino Gioja- parten de la realidad cotidiana. Funcionarios públicos en febriles reuniones con los principales accionistas de las mineras, graves contradicciones entre ellos, esfuerzos patéticos y denodados de la prensa fiel a la prebenda oficialista (6,7 y 8, Pagina 12, Victor Hugo Morales, etc.) y una falta de credibilidad sin precedentes del gobierno en la sociedad son los movimientos visibles de un poder que comienza a estar acorralado. Son los pobres  recursos con  los que el Kirchnerismo está intentando revertir el impacto. El fin: sostener el millonario negocio mega minero que solo beneficia a las multinacionales y a la clase política de turno, es decir a este gobierno y sus aliados. Un ejemplo de la ignorancia y la desesperación por lograr desactivar el conflicto  está personificado en la gobernadora K de Catamarca, Lucia Corpacci, quien afirmó que la Minera Alumbrera no utiliza cianuro en ningún momento de su producción”. Desde estas páginas recomendamos a los asesores de la gobernadora –si es que quieren mantener su trabajo- que le hagan llegar el informe de impacto ambiental elaborado por la propia empresa  en donde reconoce que utiliza 700 toneladas anuales de cianuro.   Si tenemos en cuenta que este informe no fue auditado ni corroborado por ningún ente estatal o ciudadano, sería poco serio no considerar que la realidad es mucho peor de lo que acusan los tendenciosos “papers” corporativos y que se intenta ocultar una gran tragedia que se llama minería a cielo abierto. Esta convivencia en sociedad llegó a un punto irrisorio cuando el pasado 15 de febrero se creó la Organización de Estados Productores Mineros de la Argentina. Esta “organización” cuasi mafiosa fue lanzada por los gobernadores kirchneristas de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, contando con la participación del Ministro de Planificación Federal Julio De Vido. La iniciativa es promovida desde el Gobierno Nacional y busca generar un espacio unificado del discurso pro minero para generar una campaña de desinformación y buscar la tan ansiada “licencia social”. Mientras parte de la estrategia disuasiva apunta a reflotar el conflicto por las Islas Malvinas, el territorio nacional es rematado a las transnacionales. A la hora de encarar esta campaña estatal pro minera, el Gobierno Nacional es capaz de todo, incluso de que la propia presidenta mienta descaradamente en cadena nacional. Así sucedió en la teleconferencia que mantuvo con un “simple” obrero minero llamado Antonio, el cual defendió a la minería. "Antonio, vos no sos dirigente político, sos un trabajador que defiende su lugar...”, le dijo CFK. Lástima que el tal obrero ni se llamaba Antonio ni era obrero, sino un conocido Armando Domínguez, presidente del PJ de Olavarría y reconocido burócrata y traidor sindical de AOMA (mineros), desde donde se ha reunido en reiteradas ocasiones a negociar con todas las patronales mineras. ¿Cómo pretenden que se lleve adelante una “discusión seria” sobre la minería a cielo abierto con tantas y tan patéticas mentiras?


CUANDO LA MUERTE SE DISFRAZA DE PROGRESO.
Uno de los enunciados que esgrimen como caballitos de batalla desde los gobiernos Nacional y Provinciales pro mineros es que la mega minería es una fuente importante de trabajo para las poblaciones “incluidas” por el emprendimiento. Una total tergiversación de la realidad. Uno debería preguntarse a lo largo de la historia del capitalismo ¿cuándo una población fue beneficiada por el saqueo contaminante de sus recursos naturales? Las grandes ganancias siempre son para las empresas y no para las comunidades que habitan zonas donde abundan los recursos naturales. Casi todos los proyectos mineros de nuestro país tienen una duración estipulada de 10 a 40 años, después de los cuales las compañías mineras se trasladan a otros lugares dejando contaminación, devastación y pueblos diezmados. Estas comunidades, como el caso de Belén, Famatina o Tinogasta, basan su economía en el trabajo de la tierra, ya sea agricultura o ganadería. Son pueblos que poseen una economía sustentable y una estabilidad socio ambiental ligadas a costumbres y modo de vida heredados de generación en generación. Sería de necio negar que las Provincias “mineras” y sus pueblos cordilleranos soportan  índices de pobreza alarmantes pero imponerles como herramienta para la “inclusión social” y fuente de trabajo a la mega minería, es como querer curar un dolor de cabeza con una pastilla de cianuro. Dinamitar montañas enteras o hacer grandes cráteres llenos de agua contaminada no es una actividad sustentable y para colmo de males, aniquila a las otras actividades que si lo son. ¿Qué clase de informe de impacto socio ambiental serio y veraz es el esperable de la minera Bajo La Alumbrera? Uno acorde a un cráter de dos kilómetros de largo y 500 metros de profundidad que utiliza 100 millones de litros de agua por día y es uno de los emprendimientos ubicados entre los mayores consumidores de energía del país. No hace falta ser un gran geólogo ni un erudito en la materia para comprender  que esos millones de litros que está utilizando esta mina vacían los acuíferos de Campo del Arenal, fuente hídrica esencial para la actividad productiva de la zona.

La mega minería tampoco es una fuente empleadora de operarios y personal capacitado que signifique una variación en la tasa del índice de desempleo de manera significativa, salvo que las estadísticas caigan en el mágico INDEC de Moreno. La Minera Alumbrera declara que entre cobre, oro, plata y molibdeno ha exportado 43.848 millones de pesos hasta 2010, casi doce veces más que la inversión inicial de la empresa. En el área de impacto del proyecto, que son los departamentos catamarqueños de Belén, Santa María y Andalgalá, se generaron 481 empleos directos por este emprendimiento. Si tenemos en cuenta que la población total entre las tres localidades es de aproximadamente 54 mil habitantes, el porcentaje de empleados de la minera es de 0.89 por ciento. Esta tendencia de “crecimiento” económico y social  –que son infladas por los gobiernos y las mineras- se repite en cada uno de los grandes proyectos mineros a escala nacional y mundial, dejando en claro que lo único sustentable y seguro de este negocio son las vergonzosas cuentas bancarias de los accionistas y que la “teoría del derroche minero”, casi con seguridad, está refrescando los ávidos   bolsillos de nuestra  clase política “nacional y popular”.


Otro enunciado capcioso es que la mega minería genera empleo indirecto. Verdadero, pero ¿qué actividad no lo hace? ¿Cuál es el  porcentaje de empleo indirecto creado por la mega minería? Según lo informado por la propia Minera La Alumbrera, en su zona de influencia directa,  es un magro 3.5 por ciento por cada obrero de mina. Durante el 2010, la minera compró bienes y servicios por 1220 millones de pesos,  pero de ellos sólo 54,6 millones de pesos fueron compras  realizadas en Catamarca. Si de salarios hablamos, el cuentito kirchnerista del “fifty-fifty” no lo han escuchado por Catamarca, ya que de los 6390 millones de pesos que la minera afirma haber exportado en el último balance, solo el 2.5 por ciento fue traducido en sueldos a sus trabajadores.


CON EL PALO O CON  LA BILLETERA.
Para borrar cualquier tipo de dudas,  tomemos un caso que ejemplifica la verdadera naturaleza de estas empresas: la masacre de Tanzania, África.  En 1996 grupos para policiales y fuerzas de seguridad públicas que respondían a una empresa subsidiaria de la Barrick Gold enterraron vivos a 50 mineros y desplazaron a más de 400 pobladores que vivían de la extracción de oro a baja escala para poder usurpar sus tierras y llevar adelante su proyecto minero. En ese momento, la empresa había entrado al país africano prometiendo trabajo y prosperidad. Hoy el décimo país más pobre del mundo es Tanzania, donde el salario promedio diario es de un dólar y la expectativa de vida es de 51 años. La única solución viable, aquí y allá,  es que todas las minas sean declaradas bienes nacionales y sean explotadas por sus trabajadores, y estén controladas por organismos ambientales y de las poblaciones cercanas.

Pero las mineras también tienen su lado “bueno”. O por lo menos, intentan aparentarlo. Varias universidades nacionales reciben fondos producto de la explotación minera y uno de los casos más emblemáticos de esta relación simbiótica es el de la Universidad Nacional de Tucumán, que recibió más de 190 millones de pesos. La accionista minoritaria de Minera La Alumbrera Ltd es Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD), una sociedad compuesta por la provincia de Catamarca, el Estado Nacional y la Universidad de Tucumán. YMAD recibe el 20 por ciento de las utilidades de la mina, de esa suma el 60 por ciento se dirige a las arcas catamarqueñas,  un 20 por ciento va para la universidad tucumana y el sobrante para el resto de las casas de estudios superiores nacionales. ¿Cómo podemos interpretar que el lobby minero financie a las universidades? Simple, cambian financiamiento por “lealtad intelectual” y dudosa legitimidad a la hora de elaborar documentos de impacto ambiental o cualquier tipo de informe –que tendría que ser objetivo y abogar por el bienestar de la comunidad-  utilizado para defender  la explotación y el saqueo de estas multinacionales. Por suerte, algunas otras universidades, con un poco más de dignidad y sentido de la soberanía nacional, rechazan estos fondos, como lo ha hecho, por ejemplo,  la Universidad Nacional de Río Cuarto.

EN PIE Y LUCHANDO.
Antes, los colonizadores europeos saqueaban al continente americano mediante el fusil y la cruz. Ahora a las transnacionales les basta con comprar a una clase dirigente entreguista y cipaya para que legisle en su antojo y si algún “pueblito” se opone, la respuesta siempre va a ser la macana en una mano y en la otra el Código Penal – con su flamante Ley Antiterrorista- para criminalizar la protesta. Esto es lo que sucedió y sucede en Andalgalá, Belén, Famatina, Tinogasta, Chilecito, etc. La formula es la misma: la fuerza represiva de la policía y sus grupos de elite, -conjuntamente con patotas para policiales- actúan reprimiendo los cortes de ruta, persiguiendo y amenazando manifestantes. Todo esto es posible gracias a una Justicia cómplice que lo único que hace es emitir ordenes de desalojo y mirar para otro lado cuando los derechos de los vecinos y vecinas de las zonas afectadas son pisoteados. La represión más violenta sucedió en la población de Belén, donde una pueblada se manifestó en contra de la mega minería y decidió cortar el acceso hacia la Minera Bajo La Alumbrera para interrumpir el suministro y que detenga sus actividades. El saldo fue de varios heridos -entre ellos mujeres y niños- y  más de 30 detenidos. El ensañamiento con el cual se reprimió no terminó con un muerto de milagro, o quizás porque había varias cámaras de televisión transmitiendo en vivo para todo el país. Luego, con el correr de las horas, la represión en Belén se transformó en una persecución sistemática y seguimiento de asambleístas. Esta metodología es muy común y controlada de cerca por las propias mineras, quienes se encargan de financiar estas patotas pro mineras que atemorizan a la población movilizada. Lo mismos sucedió en Andalgalá, donde los matones realizaron un contrapiquete en el principal acceso de la ciudad impidiendo el ingreso de periodistas, referentes políticos y militantes sociales. Hoy en día, este piquete pro minero se levantó gracias a la presión popular, pero el pueblo continuo virtualmente sitiado.  Las tareas de inteligencia están al orden del día. Incluso llegan a confeccionar bases de datos con las descripciones de cada uno de los “cabecillas” de las puebladas. Gracias a que el gerente de la minera canadiense Osisko Mining Corporation se olvidó una carpeta con la “lista negra” de asambleístas de Famatina y Belén en una hostería salió a la luz esta práctica digna de la dictadura militar. En esta lista figuraba el apellido, nombre, profesión y nivel de participación en las protestas de los asambleístas. Hasta se animaba a estipular qué suma de dinero sería suficiente para darles un “resarcimiento económico” para que cambien de posición. Todo esto ocurre bajo la tutela de  “el gobierno de los derechos humanos”. A este “aparato de inteligencia” se le suma otra faceta represiva que es la de interferir y censurar a los comunicadores sociales que denuncian y pasan el parte diario del conflicto. Así sucedió con la radio El Algarrobo, de la Asamblea de Andalgalá, que tiene interferida la señal y solo puede transmitir vía internet. La pequeña radio era el único medio de comunicación libre que denunciaba el saqueo de la minería a cielo abierto en la zona, al mismo tiempo era un punto de confluencia de todos los pobladores movilizados. Pese a que la señal continúa interferida y la Comisión Nacional de Comunicaciones no hace nada para terminar con esta censura, no han logrado callar su voz. Las decenas de asambleas diseminadas a lo largo de la Cordillera y diferentes puntos del país han servido como caja de resonancia de una lucha en contra de la muerte y a favor de la vida.

Frente a este panorama represivo, los pueblos no dan su brazo a torcer. Las manifestaciones en cada una de las diferentes localidades son multitudinarias, las asambleas crecen  y hasta incluso han arrastrado consigo a otros actores sociales –de mucha importancia en la población local- como curas, intendentes municipales, referentes culturales, etc. que se han mostrado en contra de la represión y el saqueo contaminante. Esta lucha no nació hace dos meses, pero si tomó un mayor nivel de impacto y adhesión en la opinión pública. El repudio a la mega minería viene desde hace años y ya tiene varias batallas ganadas. Uno de los casos emblemáticos es el del pueblo de Esquel, que logró frenar mediante un plebiscito un proyecto saqueador de la empresa canadiense Meridian Gold. Esta avanzada de los sectores populares en contra de los proyectos saqueadores y contaminantes no es exclusiva de Argentina, sino que los focos se esparcen por el resto del continente hasta México. El pasado cinco de febrero, la comunidad originaria de Ngäbe Buglé de Panamá ha sido brutalmente reprimida por la policía local, que ha asesinado a dos pobladores por oponerse a un proyecto mega minero. También en Perú y Bolivia, la lucha por el agua y en contra de la minería está adquiriendo dimensiones preocupantes para los gobiernos capitalistas de Ollanta Humala y Evo Morales. El patrón se repite y deja en claro que esto es un plan a escala continental de las multinacionales y sus gobiernos serviles. Cada movimiento en el tablero es un paso más hacia una guerra casi inevitable: la de los recursos naturales. Nuestras clases dirigentes son socias de  los intereses extranjeros y si la lucha de los pueblos no acaba con estos socios y sus negocios, ellos no vacilarán en masacrar con tal  de mantener su margen de ganancia. Las asambleas, los piquetes, y toda forma de resistencia popular y acción directa son llamadas de atención que deben ser multiplicadas, ya que es la única manera de asegurar la derrota de estos nuevos conquistadores y sus  gobiernos. Por suerte, cada día son más las personas que al ver un anillo de oro se preguntan de dónde sale y cuánta sangre contiene.



Recuadro
EL CINISMO DE GOBERNAR

En el San Juan del kirchnerista Gioja, el saqueo da un salto cualitativo sin precedentes. La cordillera sanjuanina es despedazada por varios emprendiemientos mega mineros entre los que se encuentra Veladero de la Barrick Gold - una de las minas auríferas en actividad más grandes del mundo -, firma de la cual la familia Bush es accionista. Pero, Veladero va a quedar chica al lado del proyecto Pascua – Lama, también propiedad de la Barrick. Esta será la primera mina que funcionará amparada en Tratado Minero Argentino-Chileno - firmado en 1997 por Frei y Menem- que establece una zona liberada de explotación de metales en beneficio de las mineras transnacionales a los dos lados de la frontera y que ha creado sobre la Cordillera de los Andes, un tercer estado minero cuya bandera es la ganancia  a cualquier costo. Pese que la contaminación afectará a comunidades de los dos países, los respectivos gobiernos de Piñera y CFK hacen la vista gorda y dan luz verde para que se ponga en marcha lo que será la mayor mina del mundo y que utilizara la misma cantidad de explosivos que se arrojaron durante la Segunda Guerra Mundial.


El cinismo de CFK llega a tal punto que su mismo gobierno no respeta las leyes que han sido aprobadas bajo su mandato. Es el caso de la ley 26.659/2010 que "prohibe a los estados nacionales, provinciales y municipales contratar empresas que tienen interés, filiales o conexiones con empresas que se encuentren explorando por hidrocarburos en Malvinas". Las mineras transnacionales y las empresas que quieren extraer petróleo en las Malvinas tienen un punto en común fundamental. El caso de la minera Xstrata clarifica: está controlada por el banco ingles Barclays, que es el principal accionista de Desire Petroleum y de Borders & Southerns. Estas dos concesionarias obtuvieron permisos del gobierno de los kelpers para realizar tareas de exploración en un fondo marino que se estima que posee más de  60 mil millones de barriles de petróleo de alta calidad. Cifra que pulveriza las reservas probadas de la Argentina, estimadas en unos 2.600 millones de barriles. El entramado financiero internacional que se puede tejer entre el resto de las mineras que explotan la cordillera y las petroleras con intereses en las islas daría para otra nota. Lo que queda claro es que se está entregando la cordillera a los mismos grupos económicos que promueven la ocupación civil y militar de las Islas del Atlántico Sur. ¿No es de traidor al pueblo argentino decir que este Gobierno Nacional defiende la soberanía territorial?


La nota fue publicada en la Revista La Maza